jueves, 3 de noviembre de 2011

En la vida real.

En la vida real nunca ocurre.

En la vida real nadie sale corriendo del restaurante detrás de ti, te alcanza en medio de la acera, bajo la lluvia y te abraza y te besa y esconde la cara en tu pelo y te dice, te susurra al oído justo eso que necesitas oir.

En la vida real, nadie se te queda mirando cuando te inclinas sobre la fuente a beber agua. Nadie se muerde la boca, de ganas de morder la tuya y se acerca despacio hacia ti, mirando esa gota de agua hasta que no puede más.

Nadie te envía ese email, ese que lees a primera hora, antes incluso de salir de la cama y te hace sonreír, y esconderte un rato más, ronroneando entre las sabanas.

En la vida en la que vives, te quedas en medio de la calle, empapandote, buscando un taxi que no pasa.

Pasas delante de la fuente, sin mirarla, evitando el pinchazo que te produce.

Abres tu correo y esta lleno, de spam, de avisos, de cosas que ni te importan.

Pero es tu vida. Es ese tornado que te atrapa y antes de que te des cuenta te ha levantado, con casa y todo, como una Dorothy ingenua que no sabe que esta siendo arrastrada hacia Oz.

Y Oz, es un gran lugar para vivir.

1 comentario:

yatiriaragones dijo...

Que razon tienes, cuanto daño han hecho las peliculas, que esperamos que nos ocurran cosas transcendentales en nuestra vida, cuando lo transcendetal lo tenemos delante de nuestras narices y no lo queremos ver.